Caravana de trabajadores de IKEA: Largas horas de trabajo y pocos cambios en la fábrica de Tikhvin, Rusia

La ICM lanzó recientemente la "Caravana de historias de trabajadores de IKEA", la cual tiene el objetivo de permitir que los trabajadores de IKEA en diferentes países compartan sus vidas y experiencias laborales. La primera parada de la caravana fue en la fábrica de IKEA Industry en Tikhvin, Rusia, que se encuentra en la región noroeste del país. La fábrica, que emplea a más de 1.000 trabajadores, produce muebles IKEA y consta de departamentos de aserraderos y muebles. 

Irina (su nombre real fue modificado), una de las trabajadoras de IKEA en Tikhvin, aceptó compartir su experiencia laboral en la fábrica. Dijo que ha estado trabajando en la fábrica de IKEA Tikhvin como clasificadora, en el departamento de componentes durante seis años. Sin embargo, a pesar de su larga trayectoria laboral, su posición dentro de la empresa y su vida laboral se mantuvieron sin cambios.

 

"Durante muchos años tuvimos un horario normal de trabajo, 5 días a la semana, 8 horas al día. Los turnos de doce horas se limitaron a unos pocos trabajadores que tenían que mantener las operaciones de la fábrica. Ahora, casi todos los trabajadores deben laborar turnos de 12 horas. Esto me resulta muy difícil. Trabajo dos turnos diurnos de doce horas, seguidos de dos días libres y luego, otros dos turnos nocturnos de 12 horas. Esto es realmente agotador, especialmente durante la noche. Si bien algunos de mis colegas pudieron adaptarse a este horario e incluso les gustó, yo todavía estoy luchando por adaptarme", dijo Irina. 


Irina dijo que tienen dos descansos de 15 minutos y uno de 30 minutos para el almuerzo durante sus turnos de 12 horas. "Este es realmente un tiempo muy corto para descansar y comer. Si bien IKEA nos proporciona una buena cantidad de comida, a veces 30 minutos no son suficientes para correr al dispensario y comer. Los tiempos de descanso tampoco están incluidos en nuestro tiempo de trabajo, por lo que nos pagan solo por 11 horas, no por las 12 horas que pasamos trabajando", dijo. 


También compartió que su salario es un poco más alto que el salario promedio en la región, así como que IKEA proporciona transporte hacia y desde el trabajo. "Para los trabajadores que viven en Tikhvin, el transporte siempre estuvo organizado". Sin embargo, la compañía canceló algunas rutas en las ciudades, lo que obligó a muchos trabajadores que viven en las zonas afectadas a dejar sus trabajos, ya que el transporte público no está disponible y no era posible llegar al trabajo a tiempo sin el transporte proporcionado por la compañía. 


Sobre el tema de las normas de seguridad y salud ocupacional, Irina dijo que la empresa las está cumpliendo. "Esto es especialmente importante ahora en tiempos de pandemia COVID-19. Tuvimos una cuarentena pagada durante dos semanas. Cuando regresamos al trabajo, se implementaron medidas de seguridad estrictas". 


Irina dijo que incluso cuando IKEA les envió cartas asegurándoles que no habrían despidos masivos debido a la pandemia, muchos todavía están preocupados de perder sus trabajos. Indicó que conocía personalmente a tres trabajadores que fueron despedidos este año. Irina dijo que no eran miembros de un sindicato, por lo que les recordó la importancia de ser afiliados. "Hace tres años, el Sindicato de Trabajadores de la Madera de Rusia nos ayudó a organizarnos en la fábrica. No estuve entre los que se unieron al sindicato al principio. En aquel entonces tenía pocos conocimientos sobre sindicatos. Luego, un grupo de líderes sindicales de diferentes regiones vino a nuestra fábrica durante una semana y nos habló sobre los derechos sindicales. Ese fue el momento en que me decidí a afiliarme al sindicato", narró.  


"Para mí, el sindicato es como un seguro por si tengo problemas en mi vida laboral. Soy una trabajadora de base. Todavía no sé mucho sobre mis derechos laborales, pero sé dónde preguntar", concluyó Irina.