SUNTIMAVEN dijo que, a excepción de los operadores de procesos esenciales de la compañía, todos los trabajadores fueron enviados a sus hogares para cumplir con la cuarentena obligatoria. El sindicato dijo que negoció con éxito el reforzamiento de medidas de salud y seguridad para los trabajadores esenciales, incluida la implementación estricta del distanciamiento social.
Sin embargo, Alexander Briceño, Presidente de SUNTIMAVEN, lamentó que si bien dichas medidas protegen a los trabajadores formales, los trabajadores subcontratados o informales no disfrutan de los mismos beneficios y son vulnerables durante la cuarentena.
Las operaciones de la industria maderera de Venezuela se han suspendido desde el 17 de marzo y permanecerán así hasta nuevo aviso. Esta situación se suma a la crisis política y los problemas económicos del país, especialmente con el debilitamiento de su infraestructura industrial y la caída de los precios del petróleo.
Al 6 de mayo, Venezuela registraba 323 casos confirmados de COVID-19 y 10 muertes, uno de los más bajos de la región.