El Sindicato de Empleados de la Industria del Cemento (CIEU), el Sindicato de Servicios Técnicos de Malasia (MTSU), el Sindicato de Oficiales de Bosques de Malasia (MFOU), el Sindicato de Empleados de la Industria de la Madera de Sabah (STIEU), el Sindicato de Empleados de la Industria de la Madera de Sabah (STIEU), el Sindicato de Empleados de la Madera de la Península de Malasia (TEUPM), El Sindicato de Empleados de la Industria de la Madera de Sarawak (TIEUS), el Sindicato de Empleados de la Industria de la Construcción (UECI) y el Sindicato de Empleados Forestales de Sarawak (UFES) han pedido al gobierno y a los empleadores que hagan más para proteger a los trabajadores, dado que la pandemia COVID-19 continúa poniendo en riesgo la vida de los trabajadores.
Estos sindicatos de Malasia están afiliados a la Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera (ICM).
"Mañana es el Día Internacional de Conmemoración a los Trabajadores Fallecidos y Lesionados por accidentes de Trabajo (IWMD, por sus siglas en inglés), un día en el que el movimiento sindical mundial rinde tributo a los trabajadores afectados por fallas a las medidas de salud y seguridad", dijo Samuel Devadasan, Presidente del Consejo de Enlace de Malasia de la ICM (BWI-MLC) y Secretario General del Sindicato Malayo de Servicios Técnicos (MTSU).
El tema de la campaña de la ICM para este 28 de abril es "¡Proteja a los Trabajadores! Alto al COVID-19". Los sindicatos dijeron que el COVID-19 representa la amenaza más importante para la salud y la seguridad de los últimos años. El principal consejo de la ICM para los trabajadores de todo el mundo ha sido: lávese las manos, use mascarilla y mantenga distancia social.
"Sin embargo, reconocemos que para muchos trabajadores este simple consejo simplemente no es factible. Este es especialmente el caso de los trabajadores migrantes, ya sea documentados o indocumentados, que viven en lugares cerrados y no pueden permitirse el acceso a materiales de seguridad o suministros higiénicos. Se debe hacer más para garantizar que el COVID-19 no se extienda entre esas comunidades".
"Aplaudimos la decisión del gobierno de implementar la Orden de Control de Movimiento. Sin embargo, nos preocupa la escala de las exenciones otorgadas por el Ministerio de Comercio Internacional e Industria a las empresas que operan y que no son servicios esenciales".
(Foto: Reuters)
"Estamos particularmente preocupados de que más de 200 compañías en las industrias madereras en la península de Malasia y Sarawak hayan recibido exenciones, y muchas parecen estar actuando en violación de esas exenciones. Previamente hemos solicitado pruebas obligatorias para los trabajadores en todos los proyectos exentos, pero no ha habido seguimiento por parte del MITI".
"Muchos trabajadores en estos proyectos nos han expresado su preocupación por las prácticas laxas en materia de seguridad. Sin embargo, dado que no pueden sobrevivir sin ingresos, se ven obligados a trabajar a pesar del riesgo. Ningún trabajador debería tener que laborar en estas circunstancias. El derecho a rechazar laborar en espacios que se consideran inseguros es fundamental".
Los sindicatos también han exigido al gobierno que reconozca el COVID-19 como una enfermedad profesional, con el fin de proteger mejor la seguridad de los trabajadores.
"Los empleadores tienen el deber legal de garantizar un ambiente de trabajo seguro. Catalogar explícitamente al COVID-19 como una enfermedad profesional significará que los empleadores estarían obligados a garantizar que existan prácticas seguras relevantes para dicha amenaza, y que podrían ser castigados por no hacerlo".
Al destacar la alta tasa de accidentes en los sectores de construcción e industria forestal y maderera de la ICM en Malasia, Devadasan dijo que el mundo posterior al COVID-19 debe ser uno que priorice la seguridad de los trabajadores. "En la construcción, por ejemplo, la tasa de mortalidad de Malasia es diez veces mayor que la del Reino Unido. No es sorprendente, ya que esta es una industria donde la afiliación sindical y la voz de los trabajadores son débiles".
"Hoy nuestro desafío es proteger a los trabajadores y detener el COVID-19. Debemos asegurarnos de que cuando la vida vuelva a la normalidad, los trabajadores continúen protegidos para que puedan vivir con dignidad y trabajar de manera segura".