4 February 2025

LA MIGRACIÓN NO ES UN DELITO: ICM SOBRE LA PERSECUCIÓN DE LOS TRABAJADORES MIGRANTES Y LAS DEPORTACIONES INHUMANAS EN LAS FRONTERAS DE EE.UU.

Declaración de la ICM sobre la persecución de los trabajadores migrantes y las deportaciones inhumanas en las fronteras de EE.UU.

La Federación Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera (ICM), que representa a 12 millones de trabajadores de los sectores de la construcción, los materiales de construcción, la madera y la silvicultura afiliados a 351 sindicatos de 117 países, condena enérgicamente la escalada de persecuciones, detenciones y deportaciones inhumanas de trabajadores migrantes en los Estados Unidos. Bajo las agresivas políticas de inmigración de la actual administración, miles de trabajadores, especialmente de América Latina y el Caribe, están siendo criminalizados, detenidos y expulsados a la fuerza mientras se enfrentan a una precariedad extrema en sus lugares de trabajo. Estos trabajadores, muchos de ellos en los sectores de la construcción y la madera, construyen los hogares, las carreteras y las ciudades que impulsan la economía estadounidense.

A pesar de sus contribuciones esenciales, se les convierte en chivos expiatorios bajo el pretexto de su situación irregular o de supuestos antecedentes penales. Las autoridades de inmigración han desatado una brutal represión, intensificando las expulsiones y militarizando las fronteras. Por todo el país, mujeres, hombres, niños y ancianos de Brasil, Argentina, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Nicaragua, Honduras, México, República Dominicana y otros países viven con miedo, escondidos bajo la amenaza de persecución por parte de las autoridades de inmigración estadounidenses. Estos ataques no sólo violan derechos humanos fundamentales, sino que debilitan la protección de todos los trabajadores.

Aunque los Estados tienen el derecho soberano de regular sus fronteras, no hay excepciones a la obligación de respetar los derechos humanos fundamentales. Los informes revelan tratos degradantes e inhumanos a los migrantes deportados: encadenados de pies y manos, privados de alimentos, agua y atención médica, y sometidos a detención de tipo militar. Estas violaciones recuerdan los capítulos más oscuros de la historia, en los que se institucionalizó el sufrimiento humano y se despojó a las personas de su dignidad.

Líderes de extrema derecha con instintos autoritarios se están haciendo con el poder en todo el mundo a través de plataformas antiinmigración, sembrando el odio racial en las comunidades mediante una retórica contra los inmigrantes y promesas de políticas de inmigración restrictivas. Una vez más, siguen un manual conocido: culpar a los más vulnerables -los pobres, los marginados y los desplazados- de los problemas de la sociedad mientras protegen la riqueza de los ricos y el poder de los poderosos. Detienen y deportan a los inmigrantes como si fueran delincuentes, pero no tocan los beneficios de las empresas explotadoras ni los privilegios de quienes se benefician de su trabajo.

Están armando el miedo y convirtiéndolo en odio, división y retórica venenosa. Legislan sobre seres humanos que son "ilegales" simplemente por existir, por haber nacido en el lado "equivocado" de una frontera. Estas políticas son un ataque descarado a la dignidad y los derechos de todos los trabajadores

Los afiliados de la ICM rechazan las persecuciones basadas en la raza y las deportaciones inhumanas, y piden una acción inmediata para:

  • Reforzar la solidaridad laboral mundial: denunciar estas violaciones, movilizarse contra la represión y proteger a los trabajadores migrantes de la persecución.
  • Detener las deportaciones y las redadas: poner fin a las inhumanas medidas coercitivas, restablecer vías de migración basadas en los derechos y ofrecer reparaciones a los trabajadores afectados.
  • Garantizar el trabajo decente y la justicia para todos los trabajadores migrantes son miembros integrantes de la mano de obra y deben ser tratados con dignidad.
  • Respetar los derechos laborales y humanos: implementar protecciones legales para prevenir abusos y garantizar vías claras para la justicia, permitiendo a las comunidades migrantes participar plenamente en la sociedad sin miedo.

La ICM se mantiene en inquebrantable solidaridad con los trabajadores migrantes en los Estados Unidos, decididos en nuestro compromiso de defender sus derechos, seguridad y dignidad en medio de la escalada de la represión. Frente a esta crisis cada vez más profunda, reafirmamos nuestra determinación de luchar juntos, sabiendo que la justicia sólo se logrará cuando este oscuro capítulo de la historia sea revertido decisivamente por la fuerza colectiva de la clase obrera mundial.

Luchamos juntos. Ganamos juntos.

 

Descargue nuestra declaración. EN   ES  

Aquí están los carteles de nuestra campaña: La migración no es un delito   Stop deportación inhumana