Faber-Castell, junto con IG Metall y la Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera (ICM), celebraron este año el 25º aniversario de su Acuerdo Marco Internacional (AMI), un compromiso pionero firmado en el año 2000 para proteger los derechos de los trabajadores en todas las operaciones de la empresa. Este acuerdo, uno de los primeros de su tipo, garantiza el cumplimiento de las normas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), como la salud y la seguridad en el trabajo, el derecho de sindicación y la prohibición del trabajo infantil. A lo largo de estos 25 años, ha fomentado mejoras significativas en las condiciones laborales y ha reforzado el diálogo social a escala local y mundial.

Coincidiendo con este aniversario, del 2 al 6 de junio de 2025 se llevó a cabo una auditoría social conjunta periódica en las instalaciones de Faber-Castell en Austria (Engelhartszell), la República Checa (České Budějovice) y Alemania (Geroldsgrün, Stein y Núremberg). Dirigida por el secretario de Educación de la ICM, Jasmin Redzepovic, y con la participación de los representantes de IG Metall, Klaus-Dieter Winnerlein y Eva Wohlfahrt, junto con el comité de empresa de Faber-Castell y representantes de la dirección, la auditoría revisó el progreso de las recomendaciones anteriores y se comprometió directamente con los trabajadores. El equipo auditor tuvo la oportunidad de visitar a los empleados y dialogar con ellos. También se evaluaron las condiciones en un proveedor.

La auditoría observó mejoras continuas, incluidas nuevas protecciones climáticas en el entorno laboral. En Alemania, Faber-Castell firmó un acuerdo para proteger a los trabajadores del calor y del frío extremos. En Austria, se instaló un sistema sostenible de calefacción y refrigeración a base de agua, con el fin de mejorar la eficiencia energética y proporcionar confort en los puestos de trabajo durante todo el año.

La vicepresidenta de Recursos Humanos Corporativos de Faber-Castell, Christine Senkel, reafirmó el compromiso de la empresa: "Faber-Castell ha sido una empresa familiar durante nueve generaciones y ha desempeñado un papel pionero en responsabilidad social durante casi 200 años. Nuestros valores se basan en el principio de que nos esforzamos por conseguir lo mejor para nuestros empleados, ya que, en última instancia, esto también es lo mejor para la empresa. Cuando las condiciones laborales son favorables, los empleados disfrutan viniendo a trabajar, lo que repercute positivamente en su rendimiento".

El Secretario General de la ICM, Ambet Yuson, elogió la asociación diciendo:
"Un cuarto de siglo de cooperación significativa demuestra lo que es posible cuando los sindicatos y las empresas trabajan juntos sobre la base del respeto mutuo. Faber-Castell, con la ayuda de los sindicalistas, ha establecido una norma mundial, demostrando que salvaguardar los derechos de los trabajadores es tanto una empresa colectiva como un logro práctico".

Por su parte,  publicando un artículo en su boletín, en el que informaba sobre el compromiso de Faber-Castell con las normas sociales en todo el mundo.