9 September 2025
LA ICM SOBRE LAS «PROTESTAS DE LA GENERACIÓN Z» EN NEPAL
(Foto: BBC / Reuters)
La Federación Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera (ICM) expresa su solidaridad con el pueblo de Nepal, incluidos sus trabajadores, jóvenes y sindicalistas, que han salido valientemente a las calles para exigir rendición de cuentas, buen gobierno y el fin de la corrupción sistémica y generalizada de la élite del país.
Condenamos enérgicamente el uso de fuerza letal contra los manifestantes, que ha dejado al menos 19 personas muertas y cientos de heridos. Ningún ciudadano, armado únicamente con su derecho democrático a disentir, debería ser recibido con balas, porras ni con la violencia brutal del Estado.
La dimisión del primer ministro KP Sharma Oli es prueba del poder de los trabajadores, especialmente de los jóvenes, que resistieron la violencia y la represión estatal, incluido un bloqueo de redes sociales que intentó silenciar sus voces. Sin embargo, la rendición de cuentas no puede limitarse a dimisiones políticas. Durante demasiado tiempo, los trabajadores de Nepal, atrapados en empleos precarios, con salarios miserables y condiciones laborales inseguras, han sido quienes pagan el precio de unos líderes políticos que se sostienen gracias a la corrupción y los privilegios.
La ira y la indignación de los jóvenes de la generación Z no pasan desapercibidas para sus padres y familias de clase trabajadora, que han luchado durante años por encontrar empleos dignos, oportunidades económicas y acceso a servicios públicos esenciales.
La ICM es plenamente consciente del sufrimiento y el dolor que enfrentan quienes han soportado la opresión sistémica, la corrupción desenfrenada y el abandono del Estado. Pero también hace un llamado a todos los actores para que no permitan que la violencia sin sentido empañe la gran legitimidad de las protestas de la generación Z, que hoy representan la esperanza y la renovación democrática de Nepal.
La ICM y sus afiliados en Nepal afirman que no existe una democracia real sin la voz de los trabajadores. Mientras los jóvenes de la generación Z de Nepal luchan por un futuro libre de corrupción, los trabajadores exigen uno basado en la dignidad y la justicia. Estas luchas están intrínsecamente conectadas.
La ICM hace un llamado a los sindicatos y a la sociedad civil a trabajar juntos por una solución pacífica y constitucional de la crisis, acompañada de reformas políticas y económicas profundas que garanticen empleos decentes, protejan los derechos laborales y defiendan una gobernanza democrática, transparente y participativa.
Asimismo, instamos a la comunidad internacional a solidarizarse con el pueblo de Nepal en la defensa de los derechos humanos, la libertad de expresión y los derechos de los trabajadores.
El mensaje es claro: el pueblo de Nepal no se quedará en silencio. No aceptará la opresión, la corrupción ni la indiferencia. La ICM está con ellos en su lucha por la democracia, la justicia y el trabajo decente.