4 November 2025
TIEMPO DE PAZ CON JUSTICIA
(Foto: Hatem Khaled/Reuters)
La Federación Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera (IMC) se une al resto de la comunidad mundial para actuar con el fin de poner fin a la guerra en Gaza, proteger los derechos en Cisjordania y lograr una paz justa y duradera entre Israel y Palestina. Los obstáculos para la paz no son los pueblos de Israel y Palestina, sino los grupos y partidos extremistas que buscan mantener el conflicto armado. Esos obstáculos deben superarse.
La ICM condenó los ataques de Hamás contra civiles israelíes y la toma de rehenes. Esos horribles crímenes no pueden olvidarse, ni siquiera con la liberación de los rehenes. Sin embargo, no justifican en modo alguno el genocidio ni los crímenes de guerra israelíes contra civiles palestinos mediante bombardeos y otros ataques militares, desplazamientos forzados y la retención deliberada de alimentos, lo que en algunos casos ha provocado hambrunas, falta de agua potable y servicios médicos. Los palestinos son víctimas tanto del Gobierno israelí como de Hamás.
Tras este largo y brutal conflicto, el alto el fuego está siendo recibido con alivio y alegría en Israel y Palestina. A diferencia de otras pausas, este alto el fuego debe ser permanente si se quieren resolver otros conflictos fundamentales y si se quiere que haya paz en la región.
La paz es más que la ausencia de conflicto. Requiere confianza, respeto por los derechos humanos de todos y justicia social. Deben tomarse medidas para garantizar que el alto el fuego no pueda ser saboteado. La ayuda humanitaria urgente debe llegar rápidamente; los palestinos deben tener representación lo antes posible si se quiere seguir avanzando.
El apoyo de los países de la región y de otras naciones poderosas es importante para seguir desarrollando el acuerdo de 20 puntos y comenzar la reconstrucción de Gaza; sin embargo, la legitimidad exige que los palestinos puedan gobernarse a sí mismos y que la ONU asuma un papel de liderazgo basado en políticas consensuadas y en el derecho internacional. Para continuar y desarrollar el proceso de paz es necesario:
- El cese total de las hostilidades en Gaza y Cisjordania.
- El reconocimiento del derecho a la autodeterminación de los palestinos y la aplicación de una solución de dos Estados que implique el pleno reconocimiento del Estado de Palestina en todos los foros internacionales, incluida la plena adhesión a la ONU y sus organismos, entre ellos la OIT.
- La plena aplicación del derecho internacional humanitario, las normas internacionales del trabajo y el IV Convenio de Ginebra, incluida la protección internacional del pueblo palestino.
- Llevar ante la justicia a los acusados de crímenes contra la humanidad bajo los auspicios de la Corte Penal Internacional (CPI).
- Poner fin a la construcción y el desarrollo de asentamientos ilegales en los territorios palestinos ocupados antes de la eliminación de los ya existentes. Detener el suministro de armas a los asentamientos y garantizar el orden público para que los colonos no puedan atacar impunemente las aldeas palestinas. La extrema derecha israelí busca la expansión de los asentamientos en Cisjordania para garantizar que nunca haya un Estado palestino viable.
- Indemnización justa para los trabajadores afectados por el conflicto, especialmente los trabajadores de la construcción palestinos que se vieron afectados y fueron incluidos en la denuncia de la ICM ante la OIT.
- Reconstrucción basada en el trabajo digno y las normas internacionales del trabajo, así como en las necesidades de las comunidades, sobre la base del principio de soberanía y libre determinación.
- Fomento de la reconciliación entre los pueblos mediante la creación de una comunidad de paz.
La ICM reafirma que lo que sigue ocurriendo en la región no es solo una crisis humanitaria para los residentes, sino una catástrofe para la comunidad mundial, un quebrantamiento de los principios y valores más básicos del derecho internacional.
Apoyamos a todos los sindicatos de la región en su lucha por la justicia, la paz y la dignidad. Como partes interesadas en la paz, deben tener la libertad de desempeñar su papel y sus misiones y no deben ser objeto de ataques legales, físicos e institucionales. Desde la lucha contra el apartheid hasta las luchas por la independencia y la democracia en todo el mundo, la historia ha demostrado que los trabajadores, organizados más allá de las fronteras, pueden cambiar el curso de los acontecimientos cuando los gobiernos no actúan y la injusticia parece arraigada.
Hacemos un llamamiento a las afiliadas de la ICM para que se movilicen con el fin de garantizar que el conflicto termine de verdad y para que apoyen a todos los trabajadores en su lucha por los derechos, la justicia social y la paz en cualquier parte del mundo.