La Confederación Sindical Internacional – Asia-Pacífico (CSI Asia-Pacífico) y las Organizaciones Regionales de las Federaciones Sindicales Internacionales en Asia-Pacífico (GUF-APRO), que comprenden la Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera (ICM), la Internacional de la Educación (IE), la Federación Internacional de Trabajadores del Hogar (IDWF), la Federación Internacional de Periodistas (FIP), IndustriALL Global Union – Oficina del Sudeste Asiático, la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF), la Internacional de Servicios Públicos (ISP) y UNI Global Union (UNI), piden al Foro de Instituciones Nacionales de Derechos Humanos del Sudeste Asiático (SEANF) que suspenda inmediatamente la membresía de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Myanmar (MNHRC).

Cuatro años después del golpe militar, la junta militar de Myanmar continúa cometiendo crímenes de lesa humanidad. Más de 5.000 civiles han sido asesinados, más de 30.000 personas están detenidas, cientos de miles han sido desplazadas, y se han producido ataques sistemáticos contra sindicalistas y periodistas. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ya ha invocado el artículo 33 contra Myanmar por sus continuas violaciones a los derechos laborales.

Sin embargo, la MNHRC guarda silencio. No ha investigado los abusos, ni ha protegido a las víctimas, ni ha alzado la voz. Peor aún, ha servido como altavoz de la propaganda de la junta, actuando no como defensora de los derechos humanos, sino como escudo de la violencia estatal.

El reconocimiento continuo de la MNHRC por parte de la SEANF compromete gravemente la integridad de la cooperación regional en materia de derechos humanos. Los sindicatos mundiales instan a los miembros de la SEANF a romper el silencio y adoptar una postura clara a favor de una verdadera rendición de cuentas.

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